El Chávez del Ocho



Así que el pintoresco Presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías (tan frías como las aguas chilenas del Pacífico) sueña con bañarse en una playa boliviana...
Es curioso el comentario –por no decir desatinado- más aún considerando que Venezuela tiene unas playas caribeñas muy cálidas y hermosas.
Yo creo que el Primer Mandatario venezolano, seguidor de Bolívar, lector de la Biblia, amigo de Fidel Castro, Saddam Hussein y Muhamad Kaddafi, se insoló en Bolivia y erró el comentario.
Un admirador de Simón Bolívar como Chávez, quien instauró en su país una República Bolivariana –aunque ahora parece Boliviariana- debe haber leído alguna vez sobre las campañas libertadoras, sobre los grandes héroes de Latinoamérica y sobre las guerras en el continente.
Repasemos la historia. Huguito, de niño, salió del colegio de Barinas con el título de bachiller en Ciencias y en 1971 comenzó sus estudios superiores en la Academia Militar de Venezuela, lo que lo llevó a graduarse de subteniente de artillería y especializado en Ciencias y Artes Militares, en la rama de Ingeniería.
Pero eso no es todo. El oficial Hugo, a la postre Su Excelencia caribeña, asistió en 1988, entre otros diplomados similares, a un Curso Internacional de Guerras Políticas y entre 1989 y 1990 realizó un master en Ciencias Políticas en la Universidad Simón Bolívar de Caracas.
Parece que no puso mucha atención en clases, porque de haberlo hecho sabría que en la llamada Guerra del Pacífico de 1879 Bolivia perdió frente a Chile 120.000 kilómetros cuadrados de territorio y su salida al Océano Pacífico. Así fue y así se va a quedar.
Entonces, cuando Chávez dijo en un foro alternativo a la XIII Cumbre Iberoamericana en la ciudad boliviana de Santa Cruz que "no es justo que se haya arrebatado la salida al mar a Bolivia” y que "Bolivia tuvo mar. Yo sueño bañarme en una playa boliviana", se equivocó.
¿Me pregunto por qué habrá tirado el comentario justo ahí, en Bolivia, y no desde Caracas o desde otro lugar?
Si es por caer bien a los pueblos que visita podría venir a Chile y decir desde el Diego Portales que “no es justo que se haya arrebatado Laguna del Desierto a Chile” y que "Chile tuvo hielos eternos. Yo sueño con tomarme un ron cola –cubano, claro- con hielos eternos chilenos”, y se armaría un debate re entretenido.
Si tuviera la cercanía del Presidente o un minuto de confianza con Su Excelencia caribeña creo que le diría esto: “Hugo, para qué quieres que Bolivia tenga una salida al Pacífico. ¿Por qué no mejor vas a bañarte al lago Maracaibo, o te zambulles en Tucacas o por último te vas a la Ocumare del Tuy?”, que por cierto son populares localidades venezolanas con mar y lagunas.
Y si no lo estima conveniente siempre podrá volver a Bolivia y mojarse las patitas en el Titicaca o en el lago Poopó –curiosos nombres-, porque si quiere bañarse en el Pacífico tendrá que venirse a Chile, donde sólo podemos ofrecerle unos 5 mil kilómetros de costa.